El coste económico de la mamitis en vacuno lechero: Evaluación y cálculo

Joaquín Baulcels nos habla en esta conferencia de la importancia de valorar los costes económicos para nuestra explotación en una patología de tanta importancia como es la mamitis.

La mamitis es uno de los mayores desafíos para los ganaderos del sector lechero. Esta inflamación de la glándula mamaria no solo compromete la salud del animal, sino que también tiene un impacto profundo en la calidad de la leche y en la rentabilidad de las explotaciones.

En este artículo exploraremos los costes visibles y ocultos de esta enfermedad, cómo afecta a la producción y calidad de la leche, y qué medidas pueden tomarse para mitigar sus efectos. Nuestro objetivo es aportar una visión integral que sirva tanto para la gestión económica como para el bienestar animal.

Joaquím Baucels Ribas, profesor UAB.- Centre Veterinari Dona, S.L.

¿Qué es la mamitis y por qué es tan problemática?

La mamitis es una inflamación de la ubre causada generalmente por infecciones bacterianas. Puede presentarse de forma clínica (con síntomas visibles como hinchazón, calor o leche anormal) o subclínica (sin signos evidentes, pero con afectación interna que altera la calidad de la leche).

Esta enfermedad provoca pérdidas de leche, aumento de los costes veterinarios y riesgo de descarte de animales. Pero uno de los impactos más importantes, y a veces menos considerados, es el deterioro de la calidad de la leche.

Además, la mamitis repercute directamente en el bienestar de la vaca, generando dolor, incomodidad y alteraciones en su comportamiento y rutina de producción.

Impacto en la calidad de la leche: más allá del volumen

La leche proveniente de vacas con mamitis presenta un aumento en el recuento de células somáticas (RCS), un indicador clave de la salud mamaria. A mayor RCS, menor calidad microbiológica y tecnológica de la leche.

  • Problemas tecnológicos: La leche con alto RCS tiene menor capacidad de coagulación, afectando la elaboración de quesos y productos fermentados.
  • Reducción en el rendimiento industrial: Baja el contenido de caseína, grasa y proteínas, lo que disminuye el rendimiento por litro procesado.
  • Riesgos sanitarios: Mayor probabilidad de residuos antibióticos en la leche si no se respetan los periodos de retiro.
  • Alteración del sabor y la conservación: La leche con mamitis puede tener sabor metálico o rancio, y menor vida útil.

Clasificación de los costes de la mamitis

Los costes pueden dividirse en dos grandes categorías:

1. Costes directos

  • Tratamientos veterinarios y medicamentos
  • Leche descartada por presencia de antibióticos o alteraciones visibles
  • Tiempo de trabajo extra en el ordeño, cuidado y tratamiento de las vacas afectadas

2. Costes indirectos

  • Reducción del rendimiento lechero a medio y largo plazo
  • Penalizaciones económicas por mala calidad en el pago por leche
  • Reemplazo prematuro de vacas
  • Costes derivados de problemas reproductivos o infecciones secundarias

Estos costes indirectos suelen ser más difíciles de cuantificar, pero representan una parte significativa del impacto total. La mamitis subclínica, en particular, suele pasar desapercibida pero afecta a un porcentaje elevado del rebaño.

Cómo calcular el coste real de la mamitis

Calcular el coste real implica tener en cuenta tanto el número de casos como el coste medio por caso. Existen modelos y herramientas que permiten estimar el impacto económico incluyendo:

  • Pérdida de producción por día de enfermedad
  • Coste de tratamientos veterinarios y medicamentos
  • Penalizaciones por calidad (por alto RCS o leche descartada)
  • Sustitución de animales y reducción de la vida productiva

En general, se considera que un caso de mamitis clínica puede costar entre 200 y 300 euros por vaca, pero esta cifra puede aumentar dependiendo de la severidad, la recurrencia y las pérdidas asociadas a calidad.

Modelos de evaluación y su utilidad práctica

Los modelos más avanzados permiten calcular el coste por rebaño y evaluar distintos escenarios según las prácticas de manejo y salud.

El objetivo de estas herramientas es ayudar a los ganaderos a tomar decisiones basadas en datos: ¿conviene invertir más en prevención? ¿Qué lotes son más problemáticos? ¿Cuál es el coste oculto de no actuar?

Además, estos modelos ayudan a justificar inversiones en tecnología, personal o programas sanitarios que inicialmente pueden parecer costosos, pero resultan rentables a medio plazo.

Prevención: la clave para mejorar calidad y reducir costes

La prevención de la mamitis es, sin duda, la estrategia más rentable. Algunas recomendaciones clave incluyen:

  • Buenas prácticas de ordeño (uso de guantes, limpieza adecuada, rutina constante y calmada)
  • Desinfección de pezones antes y después del ordeño
  • Mantenimiento del equipo de ordeño en condiciones óptimas (presión, pulsación, limpieza)
  • Gestión del confort y limpieza del establo (camas secas, ventilación, espacios adecuados)
  • Programas de secado selectivo y tratamientos profilácticos según historial sanitario

También es importante evaluar factores de estrés, alimentación, genética y época del año, ya que todos influyen en la incidencia de mamitis.

Formación y monitoreo: pilares del control

Además de la prevención técnica, es fundamental capacitar al personal de la granja. La detección temprana, el control de registros y la interpretación del RCS son habilidades clave.

El monitoreo continuo permite identificar patrones, comparar lotes y actuar antes de que los problemas se agraven. Implementar un sistema de gestión de calidad de la leche puede marcar la diferencia entre una explotación rentable y una que pierde competitividad.

También es recomendable colaborar con veterinarios y técnicos que puedan ofrecer una visión externa y objetiva del estado sanitario del rebaño.

Conclusión: invertir en calidad es invertir en rentabilidad

La mamitis no solo reduce la cantidad de leche, sino que compromete seriamente su calidad, afectando todo el proceso productivo y económico. Entender sus costes, prevenir su aparición y formar al equipo de trabajo son pasos fundamentales.

Invertir en calidad de leche es una decisión estratégica que se traduce en mayor bienestar animal, mejores ingresos y sostenibilidad a largo plazo. La lucha contra la mamitis es, en realidad, una apuesta por el futuro del sector lechero.